-Todo ha sido culpa mía.
-Siempre lo fue. Pero te quiero. Y eso es lo que importa.
-Pero yo ya no puedo quererme.
-Aprenderás a hacerlo. Yo he podido, a pesar de todo.
-Eres lo único que siempre ha estado ahí.
-Soy lo único a lo que se lo has permitido.
-Y no me arrepiento...
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