Nací un buen día, mi madre no era virgen.
No vino el rey, tampoco me importó.
Hago milagros, convierto el agua en vino.
Resucito si me hago un canutito.
Y perdí la cuenta de las veces que te amé.
Dequicié tu vida por ponerla junto a mí
Vomité mi alma en cada verso que te dí.
Olvidé me quedan tantas cosas que decir.
P.D:
No consigo recordar
como pude llegar
de la orilla amar adentro,
AH! si, ya lo recuerdo!
he muerto en el naufragio
de tu barco de guerra traicionero
y resucité al tercer día
en el psiquiatrico. Absrudo invento.
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